Molar. HE (7). Rata. 10x. La encía es la parte de la mucosa oral que rodea al diente, y constituye el denominado periodonto de protección. Está revestida, según la zona que se considere, por tres tipos de epitelio: el “epitelio gingival” (1) es grueso, plano estratificado ortoqueratinizado (en la especie humana es más frecuentemente paraqueratinizado), y se extiende desde el límite con la mucosa vestibular hasta el borde más coronal (flecha roja) de la encía; el “epitelio del surco gingival” (2) es más delgado, también ortoqueratinizado (en la especie humana es malpigiano), y reviste el surco gingival (S) hasta el fondo (punta de flecha) del mismo; el “epitelio de unión dentogingival” (3) es muy peculiar, no está queratinizado, se halla unido a la superficie del esmalte, y en la imagen se observa cómo va adelgazándose progresivamente hasta terminar más allá de la unión amelo-cementaria (flecha azul), estando adherido a partir de ese punto a la superficie del cemento. Este epitelio suele estar infiltrado por células inflamatorias (neutrófilos y linfocitos). La lámina propia (L) de la encía está constituida por un tejido conjuntivo denso, pero en la zona (asteriscos rojos) sobre la que descansa el epitelio de la unión dentogingival, el tejido conjuntivo es laxo, presentando habitualmente un infiltrado inflamatorio más o menos marcado. (Asterisco azul: espacio ocupado por el esmalte). (Nota: en la especie humana y en condiciones estrictamente ideales, el epitelio de la unión dentogingival alcanza - sin sobrepasarlo - el nivel de la unión amelo-cementaria, en la región del cuello del diente).
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